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El VigГ©simo Octavo Libro
Guido Pagliarino


Por un conjunto de circunstancias favorables, una expedición arqueológica que buscaba otro tipo de restos ha recuperado un escrito en arameo sobre papiro, que, tras su datación con el método del carbono 14 ha resultado tener una antigüedad de veinte siglos… A la novela, que se desarrolla sobre todo siguiendo ese documento, le sigue un epílogo con observaciones pertinentes histórico-críticas. La obra tiene demás muchas notas histórico-sociales sobre el ambiente y las costumbres hebreas de hace 2.000 años, en los tiempos de Jesús de Nazaret, bajo la ocupación romana.

Novela histГіrica: Por un conjunto de circunstancias favorables, una expediciГіn arqueolГіgica que buscaba otro tipo de restos ha recuperado un escrito en arameo sobre papiro, que, tras su dataciГіn con el mГ©todo del carbono 14 ha resultado tener una antigГјedad de veinte siglos. Desde hacГ­a casi el mismo tiempo yacГ­a en la India en una galerГ­a en ausencia de aire y por eso nos ha llegado despuГ©s de tanto tiempo, a pesar de la extrema fragilidad de todos los soportes en papiro. ВїPero cГіmo se encontraba ese papiro en la India, visto que, atendiendo al anГЎlisis textual, se trata de una composiciГіn redactada en Galilea y Judea a lo largo de los aГ±os 28-50? ВїPrecisamente un diario escrito por LevГ­ Mateo, componente del grupo itinerante de JesГєs de Nazaret? ВїY cГіmo habrГ­a llegado casi de inmediato a la hinduista y budista penГ­nsula india? No solo eso: ese documento podrГ­a ser el texto evangГ©lico perdido del que habГ­a escrito al principio del siglo II, PapГ­as, obispo de HierГЎpolis, en una epГ­stola donde, ademГЎs de referirse a los evangelios en griego que serГ­an reconocidos como canГіnicos en el В«Canon MuratorianoВ» y al documento de Ireneo В«Contra las herejГ­asВ», en torno al aГ±o 180, el prelado citaba un evangelio redactado В«en la lengua de los judГ­osВ», es decir, en hebreo o en arameo. Por otro lado, no fue solo el obispo PapГ­as el que hablГі de ese texto perdido: habГ­an escrito tambiГ©n sobre ello los antiguos estudiosos Ireneo de Lyon y Eusebio de Cesarea. A la novela, que se desarrolla sobre todo siguiendo ese documento, le sigue un epГ­logo con observaciones pertinentes histГіrico-crГ­ticas. La obra tiene demГЎs muchas notas histГіrico-sociales sobre el ambiente y las costumbres hebreas de hace 2.000 aГ±os, en los tiempos de JesГєs de Nazaret, bajo la ocupaciГіn romana.







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Guido Pagliarino



El vigГ©simo octavo libro

Una historia anterior al Nuevo Testamento



Novela



TraducciГіn de Mariano Bas


Guido Pagliarino

El vigГ©simo octavo libro

Una historia anterior al Nuevo Testamento

Novela

TraducciГіn del italiano al espaГ±ol de Mariano Bas

DistribuciГіn Tektime

Copyright © 2021 Guido Pagliarino –Todos los derechos literarios, cinematográficos, televisivos, de radio, Internet y conexión a cualquier otro medio de comunicación y derechos de traducción sobre la obra traducida son propiedad intelectual © del autor.



Ediciones anteriores del libro del italiano:

1a ediciГіn, ll ventottesimo Libro, una storia prima del Nuovo Testamento, romanzo, solo en e-book, distribuciГіn Kobo, Copyright В© 2016 Guido Pagliarino

2a ediciГіn, Il ventottesimo Libro, una storia prima del Nuovo Testamento, romanzo, e-book y libro, distribuciГіn Amazon, Copyright В© 2017 y reimpresiГіn revisada e integrada 2019 Guido Pagliarino

3a ediciГіn, ll ventottesimo Libro, una storia prima del Nuovo Testamento, romanzo, e-book y libro, distribuciГіn Tektime, Copyright В© 2018 e y reimpresiГіn revisada e integrada 2019, Guido Pagliarino



Edición precedente en ruso, traducido del italiano al ruso por Tatiana Kuznetsova a partir de la publicación italiana de 2019, solo en e-book, 1a edición: Dvadtsat vosmaja kniga, odno prjedanije donovozavjetnyh vrjemjen, roman, [Гуидо Пальярино, Двадцать восьмая книга, Одно предание доновозаветных времен, Роман, Перевод с итальянского на русский Татьяны Кузнецовой], pjerjevod s italjanskogo na russkij Tatjany Kuznjetsova, Copyright © 2019 del autor Guido Pagliarino



La cubierta de este libro ha sido ideada y realizada por el autor


ГЌndice





PREFACIO (#ulink_6c1c2833-4b9f-5cff-ba75-5f937aa99336)

NOTA EPIGRГЃFICA (#ulink_e9683af4-0c87-5c5d-be43-60ee4296dffe)

EVANGELIO EN ARAMEO SEGГљN LEVГЌ MATEO (#ulink_7c40fc75-47a5-5d8a-997b-0a5acc98fadc)

Primera parte (#ulink_d4d7b1dd-1326-5df5-bf35-3af2f52b3ac0)

Segunda parte (#ulink_61dde222-273b-5e06-b25c-6e7bd9bc16be) (#ulink_61dde222-273b-5e06-b25c-6e7bd9bc16be)

Tercera parte

Cuarta parte

Quinta parte

Sexta parte

EPГЌLOGO de Guido Pagliarino


PREFACIO (#ulink_028e1ba9-7ab1-58f8-925a-eb5c706dd75b)





Han pasado casi cinco aГ±os desde nuestro descubrimiento y por fin, no sin emociГіn, presento hoy mi vulgarizaciГіn del arameo al espaГ±ol de un documento histГіrico fundamental que se creГ­a perdido:

Durante nuestra Гєltima expediciГіn a la India, mientras se estudiaba un lugar arqueolГіgico, mis colaboradores y yo encontramos una galerГ­a que guardaba los papiros del primer evangelio del cual se tenГ­a noticia, quedando perplejo despuГ©s de su descubrimiento: se trata del evangelio en arameo de Mateo, escrito durante el siglo I de la era cristiana, segГєn nos lleva a creer su soporte en papiro unido a la prueba de antigГјedad con el mГ©todo de radiodataciГіn con el carbono 14 y, mГЎs exactamente, atendiendo al anГЎlisis textual, redactado a lo largo de los aГ±os 28-50 del mismo siglo. La obra aparece bien conservada, aunque estГ© escrita sobre una base fГЎcilmente deteriorable como es la hoja de papiro, gracias a unas condiciones muy particulares de ausencia de aire del lugar en que se encontraba. Juzgo verosГ­mil que estГ© completa, a diferencia de la mayor parte de las aproximadamente 5.200 copias de libros neotestamentarios hasta ahora a nuestra disposiciГіn, por otro lado, como muy pronto de los siglos II y III: de hecho, la mГЎs antigua en nuestro poder era hasta ahora el В«papiro RylandsВ» de en torno al aГ±o 120. Antes de la publicaciГіn, he querido tener una certeza razonable de que se trataba precisamente del documento citado antiguamente por PapГ­as de HierГЎpolis, Ireneo de Lyon y Eusebio de Cesarea. Finalmente he llegado a la conclusiГіn de que se trata realmente de ese evangelio, como asimismo puede deducirse del anГЎlisis textual, del primer evangelio en orden de redacciГіn. Mis colaboradores se han preguntado, no sin entusiasmo: ВїalgГєn dГ­a la Iglesia lo incluirГЎ en el Nuevo Testamento, haciendo asГ­ que haya veintiocho libros neotestamentarios y, entre ellos, aumentando a cinco el nГєmero de evangelios canГіnicos? Personalmente, no lo creo: aunque, en mi opiniГіn, queda demostrada su autenticidad, persiste el hecho de que, como se puede saber por cualquier experto de historia de la Iglesia, el canon neotestamentario no derivГі de proclamaciones de obispos o de sumos pontГ­fices, sino del uso, desde los primeros siglos, por parte de todas las iglesias, de los veintisiete libros, mientras que los apГіcrifos fueron y son considerados universalmente como textos leГ­dos por solo algunas de esas iglesias, lo que equivale a decir que les falta la llamada В«aprobaciГіn eclesiГЎsticaВ», consistente en la convicciГіn de todo el pueblo cristiano de que esos libros recogen la Palabra de Dios. En todo caso, el descubrimiento es sin duda extraordinario, tanto para la historia del cristianismo como para los creyentes de la misma religiГіn. Anticipo que una parte de la obra se escribiГі antes de la crucifixiГіn de Cristo. Se puede hablar de un diario escrito por el apГіstol LevГ­ Mateo. EstГЎ claro por las palabras de este redactor que durante mucho tiempo no habГ­a siquiera pensado que JesГєs fuera Dios. Lo habГ­a considerado un mesГ­as polГ­tico, de quien aspiraba a ser ministro. Solo en las Гєltimas partes del libro, redactadas aГ±os despuГ©s y en las que se da testimonio de la resurrecciГіn de Cristo, aparece la iluminaciГіn y solo entonces Mateo define al Resucitado como Dios y como hombre de cuerpo glorioso y espiritual.

He puesto por delante del escrito una nota epigrГЎfica para los antiguos textos que dan noticias genГ©ricas de este evangelio perdido y ahora encontrado.

He dividido el documento en partes considerando, de acuerdo con el anГЎlisis textual, el orden probable de redacciГіn.

He insertado algunas notas histГіrico-sociales a pie de pГЎgina, por considerarlas Гєtiles para el lector no especialista.

P.G.


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NOTA EPIGRГЃFICA (#ulink_028e1ba9-7ab1-58f8-925a-eb5c706dd75b)








В«Mateo recogiГі en la lengua de los judГ­os las palabras del SeГ±or y alguien lo tradujo de la mejor manera posibleВ».

(Epístola de Papías, obispo de Herápolis, discípulo de Juen – ¿Juan el evangelista? – y muerto presumiblemente entre el año 120 y el 130)



В«Mateo escribe un evangelio entre los hebreos en su lengua maternaВ».

(Ireneo de Lyon, muerto hacia el aГ±o 200, discГ­pulo de Policarpo de Esmirna, a su vez discГ­pulo de Juan apГіstol: Adversus haereses)



В«Se dice que Panteno fue a la India y descubriГі que le habГ­a precedido el evangelio de Mateo entre algunos indГ­genas del paГ­s que conocГ­an a Cristo. BartolomГ©, uno de los apГіstoles, habГ­a predicado a estos y habГ­a dejado la obra de Mateo en caracteres hebreosВ».

(Eusebio de Cesarea, muerto posiblemente en el aГ±o 339 o 340: Historia Ecclesiae, V, 9,1; 10,1)








EVANGELIO EN ARAMEO SEGГљN LEVГЌ MATEO (#ulink_028e1ba9-7ab1-58f8-925a-eb5c706dd75b)


Primera parte (#ulink_028e1ba9-7ab1-58f8-925a-eb5c706dd75b)



Me he propuesto anotar los dichos y hechos del rabГ­ JesГєs. Se lo he dicho al Maestro, que no se ha opuesto:

—Sé que conoces la Torá, los Nevi'im y los Ketuvim,


que tienes conocimientos de historia y escribes poesías y cuentos por placer —me ha dicho con una sonrisa después de aprobarlo con la cabeza.



Hace muy poco tiempo que me han llamado. Era hasta hace unos pocos dГ­as, o soy, un publicano, que recaudaba impuestos por cuenta de la Roma ocupante y parte se quedaban en mi bolsa, no solo el porcentaje establecido, sino un poco de mГЎs, falsificando la contabilidad: es lo normal. Por tanto, no me faltaba el dinero y tampoco me importaba en absoluto el desprecio de mis compatriotas; ademГЎs, estas mismas personas no desdeГ±aban acudir en secreto a mГ­ para que les prestara unos denarios cuando los necesitaban para la siembra o para un matrimonio y yo correspondГ­a a su desprecio subiendo los intereses.

Soy LevГ­ Mateo Bar


Alfeo, pecador.

Esa maГ±ana, mientras estaba en mi banco en la plaza de CafarnaГєm,


tratando como siempre de controlar y registrar los movimientos de las mercancГ­as y recaudar los impuestos, oГ­ un gran tumulto que venГ­a del JordГЎn. A su cabeza estaba JesГєs de Nazaret. Lo conocГ­a desde niГ±o, al ser yo tambiГ©n nazareno. Siempre me habГ­a parecido una persona vulgar, asГ­ que lo habГ­a olvidado hasta que hace unos meses llegГі aquГ­. No me acerquГ© a Г©l. A juzgar por lo que oГ­a a la gente de la plaza, pensaba que era un vago que no habГ­a querido continuar con la actividad de constructor del padre y se habГ­a dedicado, como tantos otros falsos profetas, a pedir limosna y corresponder con mГЎximas de pequeГ±a sabidurГ­a y trucos de mago de baja estofa. TambiГ©n es cierto que la gente pensaba que realizaba verdaderos milagros, pero ya se sabe que los ignorantes son crГ©dulos. Justamente, los muchos que lo acompaГ±aban en ese momento estaban diciendo, a grandes voces, que acababa de curar a un paralГ­tico, pero no uno de ellos, un docto escriba, que callaba y agitaba la cabeza con una expresiГіn en absoluto amigable.

Los escribas son gente de la que es mejor guardarse, muy influyentes, que si toman antipatГ­a a alguien pueden hacerle bastante mal. Viven junto a los sacerdotes como intГ©rpretes prestigiosos de la Ley. Normalmente pertenecen a la secta de los fariseos, que tienen en comГєn un celo meticuloso por las formas. Hace muchos siglos, en tiempos del exilio babilonio, los escribas custodiaron el patrimonio literario religioso israelita, pasГЎndolo a sus discГ­pulos de generaciГіn en generaciГіn, hasta que, en su entorno, ahora hace ya cinco o seis siglos, se puso por escrito la Ley. Por tanto, se convirtieron en los depositarios oficiales de las antiguas tradiciones de los padres, entrando parte de ellos en la asamblea jurГ­dica y religiosa de Israel, el sanedrГ­n. Al menos en teorГ­a, pueden ser de cualquier estatus social, ascendiendo gracias al estudio, como suele pasar entre los fariseos, la clase de los teГіlogos dividida en siete escuelas, de las que hay dos principales, la de Hilel, que predica la misericordia, y la de Shamai, que desprecia a quien no es fariseo. Otro grupo de poderosos, tal vez el mГЎs poderoso, es el de los saduceos. Se proclaman los descendientes del antiguo gran sacerdote Sadoq. Son los aristГіcratas de Israel y, por derecho de nacimiento, pertenecen a la casta sacerdotal, pero les interesa mГЎs la polГ­tica que la religiГіn: de hecho, a diferencia de los fariseos, no creen en la vida despuГ©s de la muerte. Como he sabido por condiscГ­pulos, en poco tiempo el Maestro se puso en contra de los tres grupos.

He aquГ­ que, junto a mГ­, ese escriba ha exclamado en voz alta, dirigiГ©ndose a JesГєs y los suyos:

—¡Blasfemia! Ese pecador ha dicho al paralítico: Tus pecados te son perdonados. ¡Blasfemia! Él, un simple hombre, quiere asemejarse al Altísimo.

Yo, completamente de acuerdo, he sonreído complacido. El Maestro entonces ha dejado su grupo y se ha acercado a nosotros. Pensaba que quería discutir con el escriba, pero lo ha ignorado y, ya cerca, me ha mirado a los ojos. «¿Cómo?», he pensado preocupado, «¿no se mete con él, que lo ha atacado públicamente, sino conmigo por una simple sonrisa?» Pero no me ha hecho ningún reproche: me ha ordenado, con voz dulce:

—Mateo, sígueme.

Y entonces, sin poder entenderlo, yo, un hombre de negocios habituado a mandar, no he podido sino obedecer: mi corazГіn ha razonado lo que ha podido y mis riГ±ones ha sido presa de un enorme entusiasmo.


Como era casi la hora de la comida, emocionado y feliz he encargado a mi ayudante que se ocupe del banco de los impuestos y he enviado a JesГєs y a los suyos a mi casa, allГ­ cerca.

Cuando estГЎbamos ya en la mesa bajo el porche de mi casa, se nos han unido algunos invitados, mercaderes de la plaza que aprovisionaban a la centuria romana local, por lo que tambiГ©n se los consideraba, como a nosotros, los recaudadores, como traidores y pecadores imperdonables. Desde hacГ­a tiempo, solГ­a invitarlos por sus mercedes: mi casa da a la plaza y desde el porche podГ­an echar un ojo a sus puestos durante la hora de la comida. Tengo desde siempre la costumbre de las comidas grasas, como todos los hombres acomodados, y contrariamente a las personas no pudientes, que solo para la cena toman un alimento algo mГЎs sustancioso. Las grandes comilonas son unas de las cosas de la vida mГЎs placenteras y las echo verdaderamente de menos. TambiГ©n ese dГ­a habГ­a en la mesa, entre otras cosas, carnes selectas de buey y cordero y unos cueros excelentes de vino: no como en las mesas comunes que no ven casi nunca la costosa carne, sino solo pan, pescado, hierbas, sopas, leche y queso y donde el vino se bebe con parsimonia. JesГєs y sus discГ­pulos llegaban de un viaje largo y agotador, estaban cansados y tenГ­an hambre, asГ­ que, en cuanto se sentaron en las esteras, han hecho honor a la mesa. Sin embargo, no mucho despuГ©s, nos ha interrumpido el escriba de antes, que ha pasado con algunos de los suyos delante de la casa, segГєn el Maestro, con toda la intenciГіn:

—Ya. Aquí está otra vez —nos ha dicho esbozando una sonrisa en cuanto lo ha visto llegar. El escriba, una vez junto a nosotros, ha exclamado, pero sin mirarnos y pasando de largo:

—¿Cómo se atreve a comer y beber en compañía de publicanos y otros pecadores?

Pero JesГєs se dirigiГі a Г©l, abandonando su sonrisa:

—¡No son los sanos los que necesitan del médico, sino los enfermos! ¡No son los justos, sino los pecadores los que necesitan misericordia! Aprende qué significa lo que dice el libro: Quiero misericordia y no sacrificios


y no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores. Medicina es el EspГ­ritu del AltГ­simo, que induce al perdГіn y dirige al bien, poda las ramas enfermas de la planta, endereza el ГЎrbol torcido, saja y libera los malos humores.

Sus feos rostros se mostraron abiertamente escandalizados y, mientras se alejaban, llegГі de ellos:

—¡Se dice enviado del Altísimo! ¡Blasfemia! —Y, siguiendo, se murmuraban cosas en los oídos y, cada cierto tiempo, alguno de ellos se daba la vuelta por un momento, mirándonos con expresión ceñuda: no he podido entender los malos deseos que seguramente estaban expresando.

Era voluntad del AltГ­simo que esa comida no fuera tranquila. DespuГ©s de no mucho, se han reunido delante de mi porche algunos discГ­pulos especialmente fanГЎticos del profeta Juan, llamado el Bautista, estrictos observantes de la Ley, los cuales, segГєn se comenta, han formado un grupo cerrado. Los he reconocido de inmediato, ya que sus personas son conocidas en la ciudad, siempre dando vueltas para molestar a todos por naderГ­as. Alguien debГ­a haberlos informado de mi invitaciГіn. TambiГ©n ellos la han tomado con nuestra comida:

—¡Cómo! —han reprochado a Jesús por boca de uno de ellos, todos mirándonos con dureza—: ¿En estos días sagrados nosotros ayunamos santamente y tus discípulos no lo hacen?

Si hubiera sido por mГ­, habrГ­a echado sencillamente a ese cretino y a sus compaГ±eros:

—¡Meteos en vuestros propios asuntos, imbéciles!

Pero el Maestro, sonriendo tranquilo, replicГі mansamente:

—No es posible que los invitados a una boda estén de luto mientras el esposo está con ellos. Ayunarán cuando el esposo se vaya. ¿Quién pone un paño nuevo sobre un vestido viejo? Vuestras costumbres son como un vestido viejo ya raído. El remiendo con tela nueva desgarraría el vestido produciendo un rasgón peor. Tampoco se pone el vino nuevo en odres viejos y ya consumidos, pues estos revientan por la fermentación residual, se pierden y el vino se derrama. Por el contrario, se pone el vino nuevo en odres nuevos, así se conservan también los viejos.

—¡En la Ley no se dice nada similar! —ha replicado con dureza otro de esos tipos molestos. Se han ido con expresiones de gran indignación.

A continuaciГіn, hemos discutido acerca de las palabras de JesГєs, concluyendo que llevaba un mensaje nuevo, pero que tambiГ©n el viejo merecГ­a conservarse. Por el contrario, entonces nos preguntГЎbamos quГ© significaba que el esposo dejara de estar con los invitados. ВїSe referГ­a JesГєs a sГ­ mismo? ВїHarГЎ un viaje solo? ВїSe casarГЎ y nos abandonarГЎ? ВїPor quГ© no se explica claramente, al menos con nosotros?

ВЎMis primeras horas como discГ­pulo han sido realmente farragosas! Mientras estГЎbamos solo en la mitad de la comida, ha llegado sofocado el jefe de la sinagoga de CafarnaГєm, Jairo, se ha puesto de rodillas delante del Maestro y le ha dicho jadeando con la cabeza baja y las manos juntas:

—Mi hija se está muriendo, pero si vienes y pones tu mano sobre ella, vivirá.

Supongo que habГ­a tenido noticias de la curaciГіn del paralГ­tico. Sin embargo, en ese momento ha llegado alguien a la carrera gritando sin ninguna delicadeza:

—¡Ha muerto!

Jairo se ha puesto en pie lanzando un grito; sin embargo, consciente de su propio cargo, se ha rehecho de inmediato y… ha dicho a Jesús algo que me pareció completamente absurdo:

—¡Si quieres, ella resucitará!

Devolver la vida es mucho mГЎs que sanar un mal: he pensado que el maestro se encontraba en un gran problema. Por el contrario, se ha levantado de la mesa y se ha ido con Jairo, con nosotros detrГЎs, movidos por la curiosidad. No era suficiente. Por el camino, una mujer que sufrГ­a notablemente por hemorragias ininterrumpidas en el Гєtero desde hacГ­a doce aГ±os y habГ­a sido por ello excluida de la comunidad de oraciГіn porque era impura, como todas las mujeres durante la menstruaciГіn, se le ha acercado por la espalda, pasando entre los muchos que habГ­an empezado a seguirlo, y le ha tocado la tГєnica. Sin darse la vuelta, el rabГ­ ha preguntado, pero con una mirada que no expresaba una verdadera interrogaciГіn:

—¿Quién me ha tocado? —Debía haber visto ya a esa pobre desgraciada. Se ha dado la vuelta y le ha dicho sencillamente—: Ánimo, hija mía. Tu fe te ha curado— Y ella realmente se ha curado.

—¡Sí, ha parado! —ha gritado llena de alegría.

—Ve de inmediato a lavarte —le ha ordenado el Maestro—, luego preséntate a un sacerdote casado y no viudo y haz que te vea su esposa, para conseguir de él la declaración oficial de pureza y ser readmitida en la oración en el templo.

Nos ha llevado mГЎs de media hora llegar a la casa del jefe de la sinagoga, bastante alejada. Para mi decepciГіn, JesГєs solo ha llevado consigo a SimГіn, Santiago y Juan y, mientras entraba, nos ha pedido a los demГЎs que lo esperГЎramos fuera, junto a la puerta de atrГЎs, por eso lo que sigue me lo contaron mis condiscГ­pulos despuГ©s de salir.

Viendo en la casa flautistas reciГ©n convocados para acompaГ±ar las oraciones fГєnebres y oyendo lanzar los habituales gritos de dolor, el Maestro les ha ordenado:

—Iros, porque la joven está viva y solo está durmiendo.

Esas personas habituadas a los lutos y en absoluto involucradas si no es por dinero, se han burlado de Г©l:

—¡Ha llegado el gran médico!

—¡Pero qué pedazo de tonto!

—Las pillas al vuelo, ¿eh? ¡Menudo listo!

Ha intervenido Jairo y ha echado de malas formas a esos villanos e incluso a sus familiares y siervos, que se habían amontonado en torno a Jesús y creaban confusión. Luego, le ha vuelto a rogar que resucitara a su hija, una joven, que, según me han dicho, parecía tener unos doce años. Inmediatamente, el Maestro ha tomado la mano de la muerta, le ha ordenado que se levantara y… ¡se ha levantado! Ha ordenado que le dieran de comer e inmediatamente y, sin quedarse al menos a escuchar el agradecimiento y las alabanzas de Jairo, ha salido por la puerta de atrás, que da al huerto donde lo esperábamos los demás. Yo, al saber que la joven estaba viva de nuevo, me he quedado estupefacto. Se ha corrido de inmediato la voz en torno a la vivienda, aunque a nuestro rabí, como luego he sabido, no le gusta el entusiasmo de una multitud ávida solo de cosas sensacionales. Aunque el Maestro haya salido discretamente por la puerta de atrás ha sido entrevisto por el acompañante de dos ciegos que inmediatamente nos ha seguido con ellos, que han empezado a gritar de forma ensordecedora:

—Hijo de David, ¡ten piedad de nosotros! —Y así han atraído al resto de la gente.

Cuando hemos intentado volver a sentarnos en mi mesa, siempre seguidos por esa muchedumbre molesta, los ciegos por fin se han atrevido a acercarse. El Maestro les ha preguntado:

—¿Creéis que puedo curaros?

Le han respondido de inmediato:

—Sí, Señor.

Y JesГєs:

—Que se haga de acuerdo con vuestra fe. —Y han visto.

Luego ha pedido a la multitud que se vaya y a los dos que no divulgaran el hecho, pero no se habГ­an alejado mucho cuando ya gritaban con fuerza la noticia a todos aquellos con los que se encontraban. AsГ­ que han llegado otras personas que, sin dejarnos continuar con la comida reciГ©n reanudada, han presentado a JesГєs un endemoniado mudo y el Maestro, nuevamente conmovido, expulsando al demonio de ese mal ha devuelto la palabra al pobre hombre, pero algunos fariseos seguidores de Shamai, que se habГ­an acercado a espiar, han hecho correr la voz, delante de la casa, de que le habГ­a ayudado el Diablo: ВЎotros grandes aguafiestas los seguidores de Shamai, fanГЎticos del rigor! El hecho es que, muy enfadado por el ataque al Maestro y tal vez tambiГ©n porque tenГ­a hambre y querГ­a acabar de comer tranquilo, el discГ­pulo SimГіn Bar JonГЎ, un hombre robusto que lleva siempre consigo un largo bastГіn para mantener a raya a la multitud, ha preguntado vehementemente a JesГєs si podГ­a ir В«a dar palos a todos los de ese maldito grupoВ». El maestro lo ha calmado:

—Solo vas a conseguir que te encarcelen y azoten por agresión, sin frenar las calumnias, así que dirían que ha sido el Diablo el que los ha golpeado porque tenían razón: no, Simón, no es con la violencia como se convierte a los pecadores.

Por fin terminamos la comida en paz. Inmediatamente, el rabГ­ ha anunciado a sus discГ­pulos que se irГ­an de la ciudad al dГ­a siguiente y yo he decidido, allГ­ mismo, seguirlo, dejando a mis parientes la administraciГіn de la casa y la tutela de mi esposa. He tomado parte del dinero que tenГ­a en casa para ponerlo a disposiciГіn de la comunidad. Mi mujer casi se pone a gritar:

—¡Ese mago te ha hipnotizado para tenerte como siervo y hacer que le regales nuestro dinero! Todos esos falsos ciegos y paralíticos son sus cómplices y la joven muerta, pues… ¡ay, qué bobo eres! Jairo y su familia estaban de acuerdo, ¿no lo has visto?

Creo que, antes de conocer al Maestro, le habrГ­a dado una paliza, pero el encuentro con JesГєs me ha ablandado, asГ­ que sencillamente no he respondido a Sara y me he ido: sin ni siquiera dar un portazo. Llevaba ya mucho tiempo sin estar de acuerdo con mi esposa, hasta el punto de que estaba pensando en el repudio. AdemГЎs, Sara era estГ©ril, no me ha dado ningГєn hijo, pero ahora que me he ido ya serГЎ necesario echarla. Me he unido al Maestro y a los suyos en la casa de los hermanos pescadores SimГіn y AndrГ©s, donde residen todos. Nos hemos ido a la maГ±ana siguiente.



He tenido algunas noticias acerca de los parientes de JesГєs. Mi condiscГ­pulo Santiago Bar ClopГЎs me ha dicho que Г©l mismo estaba emparentado con el Maestro: fue concebido en MarГ­a, esposa de ClopГЎs, que era pariente del difunto JosГ© de Nazaret, padre del Maestro. Ha aГ±adido que ClopГЎs y MarГ­a habГ­an tenido otro hijo, JosГ© el Joven, que, a diferencia de Santiago, ha decidido no seguir al rabГ­ y dirige en Nazaret el taller que fue de JesГєs y, antes de Г©l, de su padre JosГ© el Viejo. TambiГ©n son parientes de JesГєs SimГіn y Judas, hijos de Tadeo y Emeria, la cual es pariente de Ana, la madre de MarГ­a de Nazaret y por eso es pariente del Maestro. TambiГ©n Judas Bar Tadeo es discГ­pulo de JesГєs, mientras que he sabido que SimГіn, igual que el joven Juan Bar ClopГЎs no sufre tampoco esa fascinaciГіn y ambos los consideran una persona extravagante y hablan mal de Г©l.



Hemos vagado por ciudades y pueblos. Ayer el rabГ­ ha curado a una tal MarГ­a, que tenГ­a los siete diablos de la lujuria en el vientre, por lo que tenГ­a que copular cada dГ­a con muchos hombres sin quedar nunca satisfecha. HabГ­a sido repudiada por el marido, que, al saber que estaba poseГ­da, por compasiГіn no habГ­a pedido la condena a muerte por adulterio y la habГ­a echado en secreto. VivГ­a como una vagabunda, con lo que le daban los hombres con los que pecaba y su nombre era conocido. Ayer se presentГі inesperadamente a JesГєs, mientras cenГЎbamos. El Maestro estaba con algunos de nosotros bajo el porche de la casa de un tal SimГіn, un fariseo seguidor de Shamai que le habГ­a invitado, de acuerdo con otros de la misma secta, para entender mejor lo que pensaba de ellos y que, de repente, lo ha entendido muy bien: JesГєs, respondiendo a una pregunta concreta del dueГ±o de la casa, le ha dicho sin dudar:

—Os creéis santos porque practicáis las formas del culto y para vosotros todos los que no son fariseos son pecadores, gente de la tierra los llamáis, porque decís que solo vosotros resucitaréis y todos los demás permanecerán enterrados en la muerte eterna,


pero yo os digo que el pecador que se arrepiente es mucho mejor que vosotros que no os arrepentГ­s y que el infierno de la muerte os espera eternamente si no cambiГЎis de mentalidad.

Nuestro rabГ­ tiene ideas muy claras. No le he oГ­do ni una sola vez predicar o reprochar empezando con un tal vez o un me parece, frecuentes en el habla comГєn. No tiene ninguna rareza, no le importa que le juzguen ni las reacciones de quien se enfada, su pensamiento es firme y sus enseГ±anzas son tan elevadas que es imposible que un hombre de buena fe se sorprenda de su certeza y de la fuerza de su palabra.

Justo entonces la pecadora, que debГ­a haberlo visto entrar, se ha colado y se ha puesto de rodillas delante del Maestro, baГ±ГЎndole los pies con lГЎgrimas. Las ha secado con sus propios cabellos y ha empezado a untarlos con un aceite perfumado que llevaba consigo. SimГіn el fariseo ha mostrado una expresiГіn de disgusto: para Г©l, esa mujer estaba entre lo peor de la tierra. Ha hablado al oГ­do a dos escribas de su secta, que estaban tumbados sobre esteras a sus lados. Estos han mirado a JesГєs y han movido la cabeza. Como nos han explicado luego, debГ­an haber pensado que no sabГ­a distinguir una pecadora de una mujer honesta y, por tanto, habГ­a sido mal juzgada por el Maestro. Nuestro rabГ­ los ha interpelado con severidad:

—Simón, observa bien a esta mujer. He entrado en tu casa como tu huésped y, por desprecio hacia mí, no me has dado el agua ritual para los pies ni la toalla para secarlos; ella me los ha lavado con sus lágrimas y me los ha secado con sus cabellos, es decir, con ella misma. A regañadientes, has ordenado a los siervos que me unjan con aceite perfumado y ella ha vertido sobre mis pies el perfume que ha comprado a propósito para mí con todos sus ahorros. Como ha amado mucho, todos sus pecados le son perdonados y queda liberada de los demonios. Pues a quien ama poco, poco se le perdona. —Entonces, mostrando una gran sonrisa, se ha dirigido a la mujer—: María, tus pecados te son perdonados. Por tu fe te has salvado. Ve en paz.

Obviamente, esos engreГ­dos comensales se han escandalizado:

—¿Quién se cree ese que es para perdonar los pecados? —ha dicho el primero, que estaba cerca del dueño de la casa.

—¿Tal vez crees que eres el Altísimo en persona, tú, pecador? —ha recalcado un segundo, más cercano a nuestro rabí.

—¡Blasfemia! ¡Blasfemia! —han dicho muchos otros.

El anfitriГіn ha despedido con bastante rudeza a JesГєs, a nosotros y a la mujer: empujados por los sirvientes, nos han llevado a la calle. Esa MarГ­a, en cuanto estuvimos fuera, absolutamente calmada, como si no hubiera sufrido apenas ultraje y violencia, ha besado las manos del Maestro y le ha preguntado si podГ­a seguirlo. JesГєs, a su vez muy tranquilo, al contrario que nosotros, le ha respondido:

—Aún es demasiado pronto para las mujeres, pero dentro de un año podrás reunirte conmigo en Cafarnaúm, si así lo sigues queriendo.



Casi todo el pueblo cree desde hace siglos en la venida del MesГ­as del AltГ­simo. Pero solo los saduceos y fariseos cercanos al templo y al sanedrГ­n aceptan la tradiciГіn sacerdotal por la cual el Cielo


solo sostiene a Israel si se obedecen las leyes mosaicas al pie de la letra, leyes que los sacerdotes tienen el deber de respetar con absoluto rigor, hasta la implacabilidad, tradiciГіn segГєn la cual los propios sacerdotes son los jefes de Israel. Todos los demГЎs siguen la tradiciГіn mesiГЎnica mГЎs piadosa segГєn la cual el AltГ­simo hizo en su momento un pacto con el rey David, prometiГ©ndoles protecciГіn para su descendencia hasta la llegada del rey Гєltimo, el mГЎs grande y el mГЎs magnГЎnimo, el MesГ­as. Hay quienes piensan que precisamente nuestro rabГ­ es el Ungido prometido por las escrituras, el rey que guiarГЎ a Israel a dominar el mundo y fundarГЎ un reino universal de paz sin fin, y yo tambiГ©n lo pienso. Por eso los dos ciegos lo han llamado hijo de David y SeГ±or. Sin embargo, queda mucho por hacer antes del triunfo; ayer nos dijo:

—Hay mucha mies, pero pocos obreros. Por tanto, rezad al dueño de la mies para que mande obreros.

Evidentemente nos ha querido indicar que aГєn no tenemos un ejГ©rcito para conquistar el poder. AsГ­ que hemos rezado. ВїNo harГЎ JesГєs sus ministros? ВЎQuГ© cambio serГ­a, de publicano despreciado a ministro del rey! ВЎImagino la cara de asombro que pondrГ­a esa cretina violenta de mi esposa al saberlo! Por otro lado, estГЎ claro que no mantendrГ­a a mi lado a esa idiota arrogante. Cuando he hablado con otros discГ­pulos sobre la conquista del reino y de nuestro nombramiento como ministros han aparecido en sus rostros sonrisas de gran satisfacciГіn, aunque no en todos, no en el de nuestro condiscГ­pulo Juan: el joven, por el contrario, nos ha mirado con cierta conmiseraciГіn y luego ha dicho:

—El Maestro conquista en paz.

ExtraГ±o joven, debo decir ВЎy con esa edad no deberГ­a permitirse mirarnos asГ­!




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